Equipos de Alto Rendimiento
Menos de un 10% de los equipos se evalúan a sí mismos como “de Alto Rendimiento”. ¿Qué pasaría si pudiéramos multiplicar esa cifra?
Contar con excelentes profesionales ya no es suficiente.
La verdadera ventaja competitiva se origina en equipos que son capaces de potenciar al máximo los recursos individuales y obtener sinergias únicas a partir de la colaboración.
Nuestra misión en un Programa de Equipos de Alto Rendimiento es apoyar al equipo a desplazarse hasta su máximo de productividad y positividad.
¿Cómo lo hacemos?
Con una metodología probada que consiste en diagnosticar al equipo con una de nuestras múltiples herramientas, para después acompañarlo mediante sesiones alternas de formación y coaching trabajando específicamente aquellas áreas que necesita.
Podemos hablar de 2 ejes básicos en un equipo: su productividad, que garantiza los resultados a corto plazo; y el clima (positividad), que se asegura de mantenerlos a largo.
Confían en nosotros
Caso de éxito de Equipos de Alto Rendimiento
Las circunstancias de mercado han hecho que la organización, tradicionalmente orientada a sector público y muy centrada en la excelencia técnica, deba dar un giro hacia la búsqueda proactiva de clientes.
La empresa nos contacta para apoyar al equipo de Desarrollo de Negocio en su transformación, con el objetivo de aumentar su rendimiento y convertirlo en punta de lanza de toda la organización.
¿Qué hicimos?
Primero llevamos a cabo un programa formativo para trabajar herramientas de comunicación e influencia, que les sirvieran de cara a sus clientes y a su propia organización interna.
Terminada la parte formativa, comenzamos con un programa de Coaching de Equipo mediante una jornada de Autodiagnóstico. En ella, el equipo identificó sus principales fortalezas y áreas de mejora y definió unas líneas de trabajo para los próximos meses. Finalmente, se concretó un plan de acción para mejorar los resultados del equipo en términos tanto de clima como en ventas.
En los meses subsiguientes, se hizo seguimiento a ese plan de acción mediante sesiones de coaching de equipo. En ellas, se fueron introduciendo técnicas como feedback, reuniones eficaces, comunicación efectiva, confianza, definición de objetivos… Pero, esta vez, desde una perspectiva de coaching: es decir, trabajando con los temas reales del equipo y abriendo tantas “conversaciones difíciles” como fue necesario.
Finalmente, se hizo una sesión de cierre donde recoger los avances y aprendizajes del proceso y marcar nuevas líneas de desarrollo a futuro.
¿Qué logramos?
En un periodo aproximado de 10 meses el equipo mejoró sustancialmente, según su propio diagnóstico, en:
- Definición de roles y responsabilidades.
- Innovación.
- Comunicación interna.
- Comunicación Externa: respecto al resto de la organización y a los clientes.
- Productividad.
¿Tienes alguna duda?
Echa un vistazo a nuestras FAQ
No nos gusta llamar cursos a nuestras intervenciones, preferimos llamarlas programas y una de las razones es porque incluyen seguimiento. La respuesta es sí.
Cuando la formación acaba es cuando el cambio empieza y nosotros queremos estar contigo, ayudarte en la implementación de los cambios y monitorizar el resultado.