La Semana Laboral de 4 Horas
Si bien el título del libro es muy sugerente: “La Semana Laboral de 4 Horas”, al contrario de lo que pueda parecer, Tim Ferris no propone una reducción drástica de la jornada laboral estándar en la empresa, en realidad ofrece un manual para construir una (o varias) fuentes de ingresos recurrentes que te garanticen “vivir de las rentas” empleando 4 horas a la semana para gestionarlas y mantenerlas. En definitiva propone un cambio drástico de la forma de vida, narrado en primera persona a partir de su propia experiencia.
No obstante, independientemente de que nos embarquemos en semejante tarea, Ferris apunta en el texto valiosas reflexiones y consejos para los que lidiamos diariamente con la sensación de que necesitamos días de 48 horas.
Si hay una cosa en la que seguramente todos coincidamos es en que llenamos 8 horas al día porque las tenemos, la otra cara de esa misma realidad es que trabajamos mejor bajo presión: hacemos más cuando menos tiempo tenemos, es la Ley de Parkinson.
El trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine.
En general pensamos que una tarea será más compleja y tendrá más importancia percibida en función del tiempo asignado para su terminación, para enfrentar la Ley de Parkinson, Ferris apunta dos acciones clave:
Limitar las tareas a lo importante según el 20/80.
Gestión del tiempo: lo que de verdad importa.
Tim Ferris dice: «¡Olvídate de todo! No intentes hacer más cosas cada día, una gestión realmente efectiva de tu tiempo requiere una reflexión previa para enfocar tus esfuerzos.»
Es diferente ser efectivo (hacer lo que te acerca a tu objetivo) que eficiente (hacer lo que haces de la manera más económica posible), por tanto: eficiencia sí, siempre que la apliques a cosas importantes.
Ahora viene la gran pregunta: ¿cuáles son las importantes?, porque…
Una tarea que requiere mucho tiempo no es necesariamente más importante:
Mantenerse ocupado es una elección frecuente para no hacer lo incómodo pero importante.
En este punto vamos a hacer un poco de historia: retrocedemos a 1896, año en que Vilfredo Pareto enunció por primera vez en su Curso de economía política el Principio de Pareto, también denominado Regla del 80-20 o Ley de los Pocos Vitales:
El 80% de las consecuencias
procede del 20% de las causas.
Si aplicamos el Principio de Pareto a las tareas que ocupan nuestro tiempo podemos partir de la base de que el 80% de la actividad la demanda el mismo 20% de causas, siguiendo con el razonamiento, una buena forma de ser más eficaz y liberar tiempo es identificar el perfil de esos clientes del grupo del 20%.
Acortar tus tiempos límite.
Simple: la clave de tener más tiempo es hacer menos.
Asumámoslo: las pequeñas tareas que te asignen (o te inventes) van a consumir tu tiempo hasta que llegue otra que la reemplace. Para evitar sucumbir a la Ley de Parkinson, prepara una lista de tareas a hacer, luego otra de lo que ya no vas a hacer, examínala y pregúntate:
¿Cuáles son el 20% de las causas que provocan el 80% de tus problemas?
¿Cuáles son el 20% de las causas que provocan el 80% de tus alegrías?
Si solo pudieras trabajar 2 horas al día por un problema médico ¿cómo lo harías?
¿Y si son 2 horas por semana?
A la vista de tus resultados anota: ¿qué tareas haces solo para sentir que eres productivo? ¿Cuáles son tus muletillas?.
Con ese conocimiento ya puedes aplicar los consejos de productividad de Ferris. Esperamos que, también a ti, te resulten de utilidad.
3 consejos de productividad de Tim Ferris
No tengas más de 2 tareas críticas por día.
Además, varias veces al día, pregúntate: ¿Estoy inventándome tareas para sentirme más productivo?
Evita la multitarea.
El cambio de tarea nos hace sentir productivos, pero es contraproducente.
Adopta una dieta baja en información.
La mayoría de la información es negativa, irrelevante o habla de temas fuera de nuestro control.